Enfermedad de Sever: así es el dolor en los talones de los niños

La enfermedad de Sever, también conocida como apófisis calcánea, es una inflamación dolorosa de la placa de crecimiento del talón y es una de las causas más comunes de dolor de talones en niños. Se puede presentar en una o en ambas extremidades. El perfil del paciente suele ser un niño de entre 8 y 14 años, pues el hueso del talón (calcáneo) no está totalmente desarrollado. Durante esta etapa vital se está formando hueso nuevo en la placa de crecimiento (fisis), que es un área débil situada en la parte posterior del talón. Por eso, cuando las fuerzas que se ejercen sobre la zona al caminar o correr son excesivas, se puede desenvolver una inflamación que provoca dolor.

Aquellos pacientes que padecen esta patología presentan un cuadro de dolor crónica en la parte posterior e inferior del talón, cojeo, caminan sobre la punta del pie y muestran dificultad para correr, saltar o otras actividades. De hecho, mediante un examen físico, el podólogo podrá constatar el dolor del paciente al ejercer presión en la parte posterior del talón y también será quién de dilucidar, ya en la pierna, una diminución de la flexibilidad de los gemelos y del soleo. Por otro lado, para hacer un diagnóstico diferencial, podrá realizarse una radiografía.  

Durante el desarrollo de los niños, la placa de crecimiento es muy sensible, por lo que hay muchas causas que pueden provocar la tensión de los músculos y posterior inflamación de los tejidos. Por ejemplo, el uso en exceso y la fuerza hecha sobre el talón durante actividades deportivas; calzar zapatos que no dispongan de una amortiguación adecuada en la zona del talón o que cuente con tacos, como los zapatos para jugar al fútbol; y una sobreexposición a mecanismos de traumas repetitivos, como puede ser saltar o correr. Por estos motivos, la patología suele estar vinculada a personas que realizan actividades deportivas, aunque hay otros factores de riesgo como la obesidad, tener en tendón de Aquiles tenso y problemas biomecánicos como el pie plano.

Se ha demostrado que el dolor de talón en los niños es diferente al que experimentan los adultos pues, mientras estos últimos consiguen generalmente calmar el dolor al caminar, un talón pediátrico no mejora de esta manera. En este sentido, el tratamiento va a constar en técnicas que disminuyan el proceso inflamatorio. De este modo se encuentran tratamientos como:

  • Calzado adecuado y suelas amortiguadoras, que reducirán el impacto.
  • Uso de antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, que ayudan a reducir el dolor e inflamación.
  • Reducción de las actividades que causen dolor. También se puede llegar a la inmovilización en los casos más severos de dolor, para promover la curación mientras se mantiene el pie y el tobillo inmovilizados.
  • Métodos físicos. Junto con el retorno progresivo a la actividad física, son importantes para la recuperación. Entre estos métodos físicos se encuentra la terapia física y también la aplicación de hielo durante veinte minutos diarios para reducir la inflamación.

Por último, hay una serie de medidas que se pueden tomar para reducir las probabilidades de que la enfermedad de Sever se manifieste. Entre estas se encuentra promover un estilo de vida saludable, para evitar la obesidad; escoger un calzado adecuado para el deporte, así como evitar su desgaste; y evitar actividades que vayan más allá de la capacidad del niño.

Bibliografía:

  • Apófisis del Calcáneo (Enfermedad de Sever). American College of Foot and Ankle Surgeons.
  • Espinosa Leal, E. e Espinosa Hernández, E. (2016). Síndrome de talón doloroso, enfermedad de Sever: presentación clínica, hallazgos de imágenes y manejo del dolor en niños y jóvenes atletas. Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica LXXIII, 619, 383-387.
  • Glenn, M.; Villagómez, R.; Romero, D. (2016). Imágenes diagnósticas: ¿cuál es su diagnóstico? Revista de la Federación Ecuatoriana de Sociedades de Radiología, v. 9, n.1, 37-39.