Esmalte de uñas: Sí, pero con buenos hábitos

Las uñas son un anexo cutáneo muy sensible y relativamente frágil. Su cuidado requiere constancia y buen hacer, ya que se pueden producir varias patologías en la misma, en muchas ocasiones debido a infecciones por una limpieza deficiente o pedicuras demasiado agresivas.

Los esmaltes cosméticos que se aplican sobre las uñas de los pies le dan ‘vida’ a nuestros dedos y pueden mejorar, a gusto de cada uno, la estética de los mismos. Pero estos esmaltes llevan una serie de productos químicos que, además de asegurar la adherencia de la ‘pintura’ a la capa ungueal, también pueden ser perjudicales.

Problemas de los esmaltes

Cabe señalar que no todos son iguales. Existen esmaltes medicamentosos que los podólogos/as pueden recetar para tratar infecciones u otras patologías de las uñas. Este tipo de productos son un tipo de tratamiento beneficioso para la salud de nuestros pies.

Otro tipo de productos, de características diferentes, son las lacas cosméticas. Según Juan Dios, presidente del COPOGA y secretario general del CGCOP, “dañan la lámina ungueal y hacen que la uña se haga más fina, pierda brillo y se rompa con más facilidad”.

Si al despintar las uñas observamos un color diferente del habitual, esta señal nos puede indicar que hay un exceso en la pigmentación del esmalte, y que este ha permanecido ahí más tiempo del adecuado. Por ello, el color ideal de la capa ungueal debe ser próximo al que tenemos en los dedos de las manos, encarnado, sin tender al amarillo -que podría indicar una infección- o al blanco. 

En cualquier caso, añadir una capa de laca cosmética sobre una herida o una infección puede empeorar la evolución de las mismas, ya que los agentes químicos no favorecen la regeneración del tejido. Además, para aplicar estos esmaltes, lo habitual es raspar la capa superior de la uña para conseguir una mayor adherencia. Pero, así, se está debilitando la capa protectora.

La fragilidad ungueal {2}, que generalmente causa fisuras o roturas longitudinales o transversales de las uñas  (Onicorrexis), exfolación y separación (onicosquicia), o la separación de la uña del lecho ungueal (Onicolisis), son otros de las efectos más comunes por el uso prolongado de estas lacas. Estas patologías están, por lo general, motivadas por los quitaesmaltes o el uso prolongado de esmaltes ungueales. También se puede producir un daño mecánico a la uña. Es importante no agredir las cutículas, esa delgada franja de la piel que rodea las uñas. Si se cortan, se corre el riesgo de contraer infecciones u hongos.

Conviene tener especial precaución con las ‘pedicuras agresivas’, en las que se cortan las uñas de forma errónea, se emplean instrumentos para limpiar el borde libre de la uña, se retira la cutícula y se aplican productos que pueden afectar a la queratina de las placas ungueales. 

Cabe recordar que la decoloración de las uñas (amarillo oscuro, por lo general), puede ser indicativo de algún tipo de infección. En esos casos, y a pesar de la pobre imagen visual, no se recomienda aplicar un esmalte cosmético, que podría empeorar la situación, si no acudir a un podólogo para una revisión.

Recomendaciones en el uso de lacas cosméticas para uñas de los pies

Lo ideal es emplear esmaltes especializados y cremas hidratantes -que se deben secar para evitar la proliferación de hongos e infecciones-. Las lacas sin productos tóxicos –como el formaldehído-  son las ideales, ya que dañan en menor medida nuestras uñas.

Tampoco dejar esas capas de pigmentación por mucho tiempo. La uña debe respirar. Además, al existir una capa de color por encima, es más difícil diagnosticar problemas, por lo que es conveniente revisar los dedos y las uñas a diario.

Al quitar el esmalte, lo ideal es eliminarlo por completo. Dejar trazos por encima de la zona ungueal puede llevar a la proliferación de hongos. Una vez eliminada esta laca, se aconseja dejar descansar las uñas una temporada, favoreciendo la ventilación y la correcta hidratación de las mismas. En cualquier caso, es muy recomendable realizar una visita a una clínica podológica, en la que le recetarán el tratamiento oportuno para no comprometer la salud de nuestros pies. 

Los esmaltes cosméticos pueden ser un plus para la estética de las uñas, pero siempre que se sigan unas recomendaciones básicas.

BIBLIOGRAFÍA:

Abuso de esmaltes permanentes. (2021). [Blog]. Recuperado de: https://cgcop.es/abuso-de-esmaltes-permanentes/

Collgros, H. (2011). DISTROFIAS UNGUEALES. ETIOLOGÍA Y NOVEDADES TERAPÉUTICAS. En Revista Española de Podologia (22nd ed., pp. 116-121). Recuperado de: https://www.revesppod.com/Documentos/ArticulosNew/X0210123811501138.pdf