TENGO UNOS PIES PERFECTOS

Desde el pasado 2015, todos los 17 de agosto se celebra el Día de Amor a los pies, gracias a la labor de  Carolyn  D.  Jenkins quien propuso dicha celebración  tras la publicación de su libro My  feet: An  Ode. En este libro se inicia el movimiento “good  foot  care  movement” (movimiento del buen cuidado de los pies).

Esta celebración tiene como objetivo  reivindicar los pies, ese pilar fundamental de nuestro organismo que, desafortunadamente, pasa a menudo desapercibido. Gracias a los pies somos quien de desplazarnos de un sitio a otro y llevar a cabo actividades de lo más variado desde bailar y nadar hasta bailar o escalar. Nuestros pies soportan todo aquello que hacemos a diario y solo nos  percatamos de su existencia cuando sentimos dolor.

Por esto mismo es importante aprovechar un día como este para mostrar lo fácil que es cuidar nuestros pies y todos los beneficios que estos nos pueden  aportar. Además, un buen cuidado de nuestros pies servirá para prevenir problemas tanto a corto como a largo plazo. Una falta de cuidados sumado a los años de desgaste pueden ser muy duros para nuestros pies, al igual que las enfermedades, una mala circulación, las uñas mal cortadas o unos zapatos inapropiados.

A pesar de lo fácil que es tener unos pies sanos, hay un descuido hacia ellos bastante  generalizado. El 75% de la población adulta tiene o tuvo algún problema  podológico -siendo la elección de un calzado inadecuado la causa principal de estos problemas. De este modo, llevar un calzado adecuado para la  biomecánica y características morfológicas de nuestros pies puede reducir los problemas en los mismos. Si tiene un dolor de pies persistente, consultar a un podólogo puede ayudarle. 

Siguiendo la línea del trabajo de  Carolyn  D. Jenkins, nos encontramos en nuestro propio territorio con María Solar, autora de Tengo  unos  pies perfectos. Un libro en el que muestra de un modo muy sencillo, orientado a los más pequeños, el mucho que solemos pasar por alto esa parte de nuestro organismo.

ENTREVISTA MARIA SOLAR 

1.  ¿Qué te llevó a hacer este libro?

Tengo de siempre una querencia por las cosas cercanas que no vemos o que no apreciamos, desde no valorar el patrimonio que nos rodea, hasta desconocer nuestro cuerpo y su funcionamiento, pasando por fobias o  filias que tenemos a animales (y mismo personas) por su aspecto sin saber más de ellos. Creo que la falta de conocimientos sobre algunas cosas nos impiden valorarlas. Y así, un día pensé en cuanto desconocemos de los pies y la mala vida que les damos. Curiosamente, los niños disfrutan  muchísimo de ellos, desde tocarlos, a moverlos o andar descalzos. Es algo que con los años perdemos. Quise reafirmar el valor de los pies desde su conocimiento. Es un libro para leerlo en familia, pequeños y mayores, y para leerlo, como se dice en él, con los pies descalzos.

2. ¿Cómo fue el proceso de escritura? ¿Y de adaptar este contenido informativo para los más pequeños de la casa?

La escritura del libro reunió dos de mis pasiones: la biología, que estudié antes de periodismo, y escribir para todos los públicos que practico hace años. Fue una escritura muy divertida y natural.

3. ¿A qué crees que se debe esa falta de concienciación/atención hacia los pies por parte de nuestra sociedad?

No valoramos lo que no vemos y tampoco valoramos lo que no tiene buen aspecto. Los pies viven cerrados en los zapatos. Muchas veces en todo el día solo nos enteramos de ellos para encerrarlos en el calzado -en un gesto casi mecánico- al levantarnos. Pero cuando nos  descalzamos, después de un día de trabajo, a veces huelen, o están feos, se secan, le salen durezas, están sudados… no los cuidamos hasta que llega el verano y todos recordamos que tenemos pies y queremos que luzcan hermosos después de todo un año de maltrato..

4. ¿Crees que en inculcar estos valores a los más pequeños está la solución?

Por supuesto. Los pies estructural y funcionalmente son unos mecanismos perfectos, complejos y fruto de una evolución muy singular en nuestra especie. Los pies nos permiten ser  bípedos, liberar las manos, cargar con un peso que varía inmensamente a lo largo de nuestra vida, andar, correr, saltar. A nada que se ahonda en ellos nos enteramos de lo maravillosos que son.

5. Además de la lectura, ¿cómo podemos inculcarles la importancia de los pies?

Eliminándoles algunos tabúes. Son diversos en la forma y aspecto, hay que normalizar tener pies, y hablar de ellos o mostrarlos.

6. ¿Y con los adultos?

Con los adultos exactamente igual. Este no es un libro para niños, es un libro para todas las edades. Tiene niveles de lectura que permite ahondar más o menos. Puede servir para una lectura ayudada y compartida con los más pequeños una lectura adulta. Estoy segura de que cualquier adulto va a desconocer, o nunca había reflexionado, sobre muchas cuestiones que se cuentan en él.

7. Acudiste alguna vez al podólogo?

Alguna vez, siempre por algún problema puntual que me resolvieron. Yo intento cuidarlos a diario, son importantes!

8. ¿Qué consejo o recomendación le darías a alguien que quiere empezar a cuidar la salud de sus pies?

Que no se recuerden de ellos solo en verano. Los pies tienen que durarnos toda la vida. Desde pequeños hay que vigilar la pisada, y evitar malas costumbres, cuidar la higiene,  hidratarlos, y compensar tantas horas de “cierre forzoso”, darles alguna alegría y, sobre todo, valorarlos sea cuál sea su aspecto.