Uñas que se clavan. Solución definitiva

Un problema muy común en los pies son las uñas que se clavan o incarnadas. Mucha gente acude al podólogo de manera regular para poder vivir sin las molestias y dolores que este problema ocasiona y que, a menudo, es menospreciado por la gente que no lo padece. Lo cierto es que esta patología puede ser muy incapacitante. Lo mejor es ponerle una solución definitiva cuanto antes para que no se complique y para no tener que estar en la consulta de podología frecuentemente.

Las uñas son más duras que la piel que las rodea. Por eso es posible que se den casos en los que la uña crece de manera incorrecta y lo hace clavándose en la piel. Esto puede provocar callosidades e infecciones en las que puede acumularse pus. Un mal corte de uñas o un golpe o traumatismo en los dedos puede derivar en situaciones mucho peores. Una uña incarnada puede provocar problemas al caminar como consecuencia de que se modifica la pisada y viceversa.

La cirugía podológica es un campo de la podología desconocido por un sector amplio de la población. Los podólogos están capacitados para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas en el pie para tratar las patologías del mismo. Una buena parte de las técnicas empleadas en la actualidad son de mínima incisión, pero no todas las patologías se pueden corregir de esta manera y requieren de cirugía a campo abierto o tradicional.

Dentro de las intervenciones que puede realizar un podólogo, una de las más comunes, sencillas y agradecidas es la que se practica para tratar las uñas incarnadas. La cirugía de uñas o cirugía ungueal es la que se lleva a cabo para corregir problemas en las uñas de los pies. Son intervenciones que se plantean cuando los tratamientos conservadores no obtienen resultados satisfactorios, por ejemplo cuando hay que cortar el lateral o laterales de uña que se clavan de manera recurrente, o cuando el estado de la patología de la uña ya está avanzado.

Existen diferentes técnicas quirúrgicas para tratar las patologías ungueales en función de la patología y de las propias características del paciente. Es una práctica común en las clínicas de podología que se lleva a cabo de manera ambulatoria y con anestesia local.

Una de las técnicas que habitualmente se utiliza en las cirugías de uña es la matricectomía ungueal. Consiste en extraer el lateral de la uña que está incarnada desde la matriz, que es la zona que produce la uña. Es una intervención breve, que realiza un corte recto y limpio sobre la lámina de la uña y que deja un aspecto saludable en el pie del paciente.

La matricectomía química ungueal, una de las técnicas más usadas, es una intervención muy sencilla, que soluciona el problema de las uñas incarnadas en prácticamente la totalidad de los casos sin dolor, sin complicaciones postquirúrgicas y que se puede realizar en consulta. En esta técnica no se corta piel, tan solo uña, y para asegurar que el segmento de la uña que se clava no vuelva a crecer, se cauteriza la matriz ungueal con un líquido específico. La vuelta a las actividades diarias normales es inmediata en la gran mayoría de los casos, aunque en situaciones específicas se puede recomendar reposar el pie en una posición elevada durante el mismo día después de la intervención. Tras la cirugía hay que realizar curas diarias en casa y acudir al podólogo para revisar la evolución cuando este lo considere necesario. El alta definitiva suele darse entre las dos y las cuatro semanas.

Asi pues, aquellas personas que sufren de uñas incarnadas, consulten con su podólogo, por que tiene solución sencilla y definitiva.

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