LOS PIES EN EL DEPORTE: PRINCIPALES PATOLOGÍAS Y CUIDADOS A SEGUIR

No hay lugar a dudas de que el pie es un elemento clave de nuestra estructura anatómica a la hora de hablar de cualquier rama del deporte. Es por esto por lo que es tan importante cuidarlo y tomar las medidas de prevención necesarias para evitar cualquier tipo de lesión o patologías. Estas medidas van desde la elección de un calzado correcto hasta la visita regular al podólogo.

Los mecanismos lesionales más habituales en el deporte en general son los traumatismos agudos, los impactos repetidos y las lesiones por sobre uso. Estos se ven favorecidos por factores de riesgo como un calzado inadecuado para el deportista o para el juego, el terreno de juego, un mal gesto deportivo y la condición física del jugador. Por esto, la supervisión para garantizar el buen estado de los pies es fundamental y, para asegurarse de la salud de estos, se deben aplicar unos cuidados mínimos que oscilan entre factores como una elección adecuada de calzado o un estudio podológico previo hasta la realización de un correcto calentamiento para entrenar o jugar, así como un adecuado enfriamiento.

A través del pie se transmiten tanto las fuerzas del cuerpo como las fuerzas reactivas del suelo, por lo que es importante la elección de un calzado idóneo. Un primer cribado que debe cumplir el zapato es la adaptación a cuatro factores: el pie del deportista, las exigencias de cada deporte, la superficie en la que se practique y el nivel del entrenamiento. En este sentido, y de forma general, se debe tener una buena adaptación, no comprimir, buena amortiguación y acordonado para una mejor adaptación a la anatomía del pie.

El calentamiento al comienzo del entrenamiento o del juego y los estiramientos al final de cada actividad son la base de una buena práctica deportiva. Un buen calentamiento (y enfriamiento) prepara a los músculos, ligamentos y articulaciones ante posibles lesiones, por lo que es importante realizarlo antes y después de cada actividad deportiva.

Un estudio biomecánico de la pisada del deportista puede ser útil para conocer las posibles alteraciones en la estructura del pie o en su manera de pisar, pues a la hora de hacer deporte puede producir lesiones como rozaduras, ampollas o durezas. Sin embargo, también puede llevar a sufrir dolores musculares, ligamentosos y osteoarticulares provocados por diversas patologías como, por ejemplo, la fascitis plantar o diferentes tendinopatías. De este modo, con un estudio podológico previo se puede prevenir estas afecciones a través de la prescripción de plantillas personalizadas que mejorarán distintos aspectos de la pisada como puede ser la distribución de presión, a través del cual se podrán evitar las sobrecargas musculares.

Algunas de las patologías más habituales en deportistas son la fasciopatía plantar, la tendinopatía aquílea, los esguinces o la inestabilidad crónica del tobillo. La fascitis plantar refiere al dolor en la región del talón provocado por la irritación de la inserción del tejido que recubre los músculos de la zona (fascia plantar), en el hueso del talón (calcáneo). Es una de las lesiones más habituales en deportistas, en especial, corredores. Otra de las más habituales es la tendinopatía aquílea, que es la lesión del tendón de Aquiles que normalmente se da por sobre uso en deportistas que corren o saltan de manera repetida. En las dos patologías anteriores la biomecánica del deportista es un factor de riesgo importantísimo. Por su lado, los esguinces son una de las patologías que afectan a los pies más habituales en la población en general, y en los deportistas en específico, representando para estos últimos el 30% de las lesiones deportivas. Esta es una patología músculo-esquelética causada por el estiramiento de las fibras de los ligamentos del tobillo debido a una torcedura y, dependiendo de la gravedad de la lesión, pueden estar parcial o totalmente alteradas. Por último, la inestabilidad crónica de tobillo llega a ser frecuente en deportistas que sufrieron esguinces repetidos o que no llegaron a curar, dando lugar a la inestabilidad de la zona y dolor crónico.

Además, la visita regular al podólogo será fundamental para mantener la salud de los deportistas, en especial, si sufren roces y ampollas con frecuencia, si sufren dolor a menudo en las plantas, tobillos y rodillas o si se gastan muy rápido sus deportivas.

Bibliografía:

  • Consejos podológicos para el deportista (2014), Clínica Leven.
  • García, A.; Mondéjar, F.; Gómez, D.; Agull´lo, A. (2012) El pie en el deporte. Sociedad Valenciana de Medicina Física y Rehabilitación.

Un comentario

  • Excelente artículo. Poder disponer de información como esta para cuidar nuestros pies es de gran ayuda. Gracias por tu trabajo.