¿QUÉ TENEMOS QUE HACER PARA ELIMINAR CALLOS EN EL PIE?

La aparición de callos en las plantas de los pies es un problema muy común en la sociedad.

Los callos en la planta del pie son llamados queratosis plantares y son la respuesta de nuestro cuerpo ante un exceso de presión en determinadas áreas del pie. Este tipo de lesión se caracteriza por mostrar un color más oscuro, tiene los bordes bien definidos y se inicia desde las capas más profundas de la piel.

Ante su aparición es necesario acudir al podólogo para su posterior evaluación de la situación vascular y neurológica del pie. En la mayoría de las ocasiones son localizados, pero en otras circunstancias son callos difusos ya que no cuentan con un margen bien definido.

Diferencia entre callo y dureza

En muchas ocasiones la gente confunde el término dureza con el de callo, y hay que decir que se aprecian diferencias entre ellos. El tamaño del callo es más pequeño y su núcleo crece hacia el interior buscando el hueso. Aparece en las articulaciones y resulta muy doloroso, ya que tiene terminaciones nerviosas.

Por otra banda, la dureza es más grande, no contiene núcleo y crece a lo ancho. Resulta áspera al tacto y es de color amarillo. Suele crecer en la planta del pie, en el talón o en los laterales. Lo más destacado y quizás la diferencia más notable con respecto al callo es que no producen dolor.

Tipos de callos

  • Duros. Es el más común. Suelen aparecer en las falanges de los dedos, normalmente en los dedos 2º, 3º y 5º.
  • Blandos. Tienen una apariencia blanquecina. Son los llamados “ojos de pollo” o “ojos de gallo”. Suelen aparecer entre los dedos de los pies. A diferencia de los anteriores, tienen una consistencia gomosa a consecuencia de un exceso de humedad en los pies. En muchas ocasiones se originan al utilizar un calzado muy apretado que hace presionar excesivamente los dedos terminando por juntarlos.
  •  Vasculares o neuro-vasculares. Los callos vasculares tienen las mismas características que los callos duros con la diferencia de que en su interior crecen vasos sanguíneos. En el caso de los neurovasculares hay que añadir la presencia de tejido nervioso. Estos suelen ser muy dolorosos y sangrar, siendo necesarios extirparlos en algunos casos.

Tratamiento

Existen una serie de tratamientos caseros como el uso de la piedra pómez, de una lima o de un raspacallos que pueden eliminar este tipo de lesión pero que pueden ser peligrosos con un mal uso. Lo más recomendable es acudir al podólogo en el momento de detectar el callo para que nos establezca qué tratamiento aplicar y además, conocer el origen del problema. En muchos casos pueden estar directamente relacionados con la biomecánica del paciente

Los tres tratamientos más habituales bajo supervisión profesional son los siguientes:

  • Eliminación del callo por adelgazamiento mediante una hoja de bisturí. Posteriormente se recomienda el uso de una plantilla y/o férula durante un tiempo determinado en el caso de tener deformidades en el pie. En aquellas ocasiones en las que el tratamiento es ineficaz se realiza una intervención quirúrgica para la eliminación del callo.
  • Tratamiento quirúrgico de la queratosis plantar. Va a ser diferente según el tamaño del callo, su localización y su gravedad. Después será necesario resposo para la cicatrización y para poder apoyar correctamente el pie
  • Tratamiento químico como el ácido salicílico. Es un tratamiento bastante común. Esta sustancia va destruyendo células de la superficie de la piel.

Muchos de los pacientes se deciden a utilizar callicidas, pero su mal uso puede empeorar la situación. Los podólogos advierten de que no eliminan la causa del problema y de que pueden provocar quemaduras en la piel.

Complicaciones

No suelen tener graves complejidades. No obstante, en las personas que padecen diabetes se pueden desarrollar infecciones y úlceras que terminen en lesiones más graves. Por ello es necesario que los diabéticos acudan de manera frecuente al podólogo para la revisión de sus pies.