EL CALZADO GERIÁTRICO

El calzado es un aspecto influyente en la salud de los ancianos. Hablaremos de cómo debe ser el calzado desde la perspectiva de una ayuda técnica para las personas mayores, de manera que les permita llevar a cabo su actividad diaria con la mayor facilidad posible.

En la mayoría de los tratamientos podológicos las ortesis plantares son más o menos eficaces según las propiedades del calzado que la complementen.

Un calzado geriátrico apropiado debe en primera instancia proteger el pie, adaptarse a él y facilitar la marcha. En cuanto a las características básicas debe ser ligero, cómodo y con espacio extra para el correcto uso de plantillas.

Aspectos fundamentales que debe reunir un calzado geriátrico:

  • Fabricado con tejidos de piel y materiales elásticos, una combinación posible gracias a las actuales técnicas de fabricación de calzado. Este tipo de diseño y fabricación consigue una alta elasticidad, reduciendo de forma considerable la presión en zonas álgidas y proporcionando firmeza y buen ajuste en las partes estables del pie, talón y laterales. Se recomiendan las pieles suaves de origen caprino y los acolchados para una buena adaptación y evitar presiones y rozaduras en el pie
  • La suela debe ser gruesa y blanda, aunque no en exceso, para proporcionar amortiguación (entre 1,5cms y 3cms de grosor). De esta manera se conseguirá un buen aislamiento mecánico y se evitarán deslizamientos. Las suelas con estas características proporcionarán estabilidad y seguridad al paciente
  • Contrafuertes suaves y topes ligeros. Las partes anterior y posterior del calzado deben ir reforzadas. El refuerzo en la puntera protege especialmente los dedos del pie y sujeta la plantilla para su correcta función. Por otra parte, el refuerzo en la trasera proporciona estabilidad y resistencia al pie, además de fortalecer el uso de las plantillas.
  • Cierre con cordón o velcro. Este tipo de abrocamiento facilita la adaptación del calzado al pie del paciente. Los cordones con elasticidad son lo más recomendable al permitir un buen ajuste en la zona del empeine. En caso de que haya dificultades para atar los cordones existen velcros que facilitan la tarea.
  • El zapato debe ser ligero y permitir la flexión, fácilmente, en la zona de los dedos. Asimismo, muchos de estos pacientes utilizan ortesis plantares o plantillas por lo que será necesario que, antes de su compra, visiten al podólogo para elaborar una pieza a medida.

Las nuevas tecnologías como pueden ser los escáneres para registrar la forma 3D del pie, y los nuevos sistemas de fabricación más flexibles hacen que con el paso de los años se puedan personalizar aun más los zapatos.

Recomendaciones para la elección del zapato geriátrico

Después de conocer una serie de características referidas a la forma y material del calzado debemos tener en cuenta otros aspectos secundarios:

  • Considerar qué uso le vamos a dar al calzado y tener en cuenta los problemas que tengamos en los pies. La estética va en un segundo plano
  • Probarse el calzado en ambos pies por la tarde es fundamental en personas con problemas circulatorios ya que el pie puede hinchar a lo largo del día. Con el zapato puesto deben poder moverse todos los dedos libremente
  • Reemplazar aquellos zapatos que por su uso reiterado estén deformados
  • Debemos escoger los zapatos de acuerdo con la estación del año en la que los vamos a poner

Como ya hemos visto, la principal finalidad de los zapatos es proteger los pies y prevenir lesiones, por lo que deben ajustarse correctamente. De esta manera, los zapatos deben adaptarse a la forma de los pies, lo que consecuentemente indica que no son los pies los que tienen que adaptarse a la forma de los zapatos.

 

 

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