LOS RIESGOS DE UN FALSO ESTUDIO EN LA PISADA DEL DEPORTISTA

En la actualidad existe una cierta preocupación por parte de los centros de podología en cuanto a las plataformas de estudios de la pisada que se están llevando a cabo por diferentes marcas deportivas, centros comerciales, zapaterías especializadas y ortopedias. Unos estudios sin fondo ni forma en los que muchos ciudadanos confían.

La lucha contra las lesiones deportivas

La actividad deportiva experimentó en las últimas décadas un destacado avance que sin duda influye de manera positiva en la salud de una persona. Eso si, como cualquiera otra actividad no está exenta de riesgos como pueden ser: un entrenamiento incorrecto o el uso de un calzado deportivo no adecuado para los movimientos específicos que provoca alteraciones en los pies del usuario. Esto último puede suponer la aparición de un mayor número de lesiones o agravar las patologías ya existentes.

En general, el riesgo de sufrir lesiones deportivas es bastante alto, aproximadamente el 50%. En un primer momento estamos hablando de lesiones de poca gravedad, pero cuando no se actúa sobre ellas pueden desembocar en traumatismos de mayor profundidad y gravedad.

Los deportistas que presentan algún tipo de alteración biomecánica en los pies, deben de manera imprescindible conseguir soportes plantares para su mejora y recuperación.

El estudio de la pisada

Hay que tener en cuenta que no cualquier persona o institución es la indicada para asignar el tratamiento sino que debe existir un estudio completo previo “estudio de la pisada”.

Se define como el «procedimiento que se realiza con el fin de diagnosticar posibles alteraciones patomecánicas del miembro inferior y pies que pueden estar relacionadas con alguna dolencia, lesión o patología concreta, y en la mayor parte de los casos, para prescribir un tratamiento ortopológico adecuado, soporte plantar, calzado o cualquier otro tipo de prótesis de aplicación en el pie». El análisis de la marcha o estudio de la pisada requiere de los conocimientos previos adquiridos en base a una formación específica, por lo que únicamente el podólogo y el médico son los facultativos con capacidad diagnóstica.

De esta manera la exploración nos llevará a un diagnóstico real de la tipología del pie del deportista y así ver si está relacionado o no con la lesión que sufre. En definitiva vemos que resulta imprescindible una prescrición adecuada para asingar al sujeto los soportes plantares necesarios y el tipo de zapatilla que debe utilizar para llevar a cabo su actividad.

Por otra parte, la prescripción de calzado deportivo en base al análisis del pie entre supinador, pronador o neutro es excesivamente simplista o potencialmente perjudical para la salud de una persona.

 La visión del podólogo gallego, Manuel Mosqueira

Mosqueira explica que a la hora de realizar una exploración correcta a un deportista se debe empezar por una valoración de la movilidad tanto en la camilla como de pie, con test dinámicos y funcionales.  A continuación, apunta que se deben realizar pruebas de estabilidad, de marcha y de gesto deportivo concreto en función del deporte que practique el paciente. “Es importante intentar simular una situación real para conocer de la forma más exacta qué sucede, cómo sucede y qué repercusiones puede tener en el deportista” –destaca–.

 

En cuanto al calzado, Manuel destaca que es fundamental conocer los diferentes sistemas de control de movimiento, amortiguación  y sujeción del calzado deportivo, no sólo en el pie del deportista, sino también en la superficie del juego para evitar posibles altercados y reducir el riesgo de sufrilas. “El calzado es una parte fundamental del pie, lo da todo y también lo quita, es generador de lesiones y también las soluciona” –considera–.

Conclusiones

Los deportistas son cada vez más conscientes de la importancia de un estudio biomécanico previo a la actividad, tanto con s conscientes da importancia dun estudo biomecánico previo á actividade, tanto con fines preventivos como para la mejora de su rendimiento. Los centros comerciales y marcas deportivas conocen este hecho y ofrecen de forma engañosa diagnósticos del pie para recomendar uno o otro tipo de calzado o incluso ofrecer plantillas pre-fabricadas. Una situación que puede empeorar la dolencia del deportista y derivar en consecuencias negativas para el rendimiento de su actividad.