LA INCORPORACIÓN DEL PODÓLOGO EN LA SANIDAD PÚBLICA

Los ciudadanos tienen derecho a una atención sanitaria integral. Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos se espera una solución rápida y eficiente lo antes posible 

Un impulso a la sanidad pública

Todas las comunidades españolas deben alcanzar y mantener el mayor nivel de salud pública posible a través de todas las políticas, programas, servicios, y en general, actuaciones de toda índole desarooladas por los poderes públicos, empresas y organizaciones ciudadanas. De esta manera se establecería como objetivo básico la prevención de enfermedades y protección de la salud de las personas. Para contextualizar el tema podemos definir el concepto de salud pública como: el conjunto de actividades organizadas por las Administraciones públicas, con la participación de la sociedad, para prevenir la enfermedad así como para proteger, promover y recuperar la salud de las personas, tanto en el marco individual como en el colectivo a través de acciones sanitarias, sectoriales y transversales. 

José García Mostazo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos señaló en su momento una «falta de apuesta dedicida por parte del Gobierno para incorporar definitivamente la podología en la Sanidad Pública». 

Necesario reconocimiento de la figura del podólogo

El campo profesional del podólogo se ajusta a diagnosticar, preescribir, administrar y aplicar tratamientos farmacológicos, ortopológicos, físicos y quirúrgicos en las enfermedades y deformaciones de los pies. Estos profesionales tienen acceso  a las pruebas complementarias tanto para llegar a un diagnóstico cierto como para realizar un seguimiento adecuado de determinadas patologías. Resulta evidente, pues, que los podólogos son los agentes sanitarios adecuados para diagnosticar, tratar y prevenir las diferentes enfermedades en los pies. 

En nuestros días existe una gran cantidad de patologías del pie en un considerable número de usuarios. Esto hace necesaria la presencia del podólogo en la sanidad pública por dos motivos esenciles. El primero referente a salvaguardar la salud y el bienestar de los pacientes, y el segundo, por el ahorro económico que representaría para las arcas públicas.

En la misma medida es preciso hacer una llamada de atención a los ciudadanos para que realmente le den la importancia que merece al cuidado de sus pies y así reclamen a los gobernantes que la sanidad pública atienda las diversas patologías existentes.

Cuando hablamos de la podología vemos que su definición no se cumple con total plenitud ya que el ejercicio de dicha profesión se tendría que hacer desde una institución como la sanidad pública. El podólogo contaría con el apoyo de un equipo multidisciplinar en el cual sería un referente en el tratamiento de la extremidad y además tendría a su disposición una serie de servicios que elevarían en buena medida la calidad asistencial a los pacientes. Sin duda, aspectos impensables hasta el momento.

El presidente del Colegio de Podólogos de Galicia, Borja Pérez Serrano pronunciaba hace unos meses que la profesión está viviendo momentos de cambios, en los que la incorporación a los servicios públicos de la salud está más cerca. «La mejora de la sanidad pública es una labor conjunta entre todos y consideramos que otros profesioanales sanitarios saldrían beneficiados además de los docentes», afirmaba Borja. 

Una buena manera de demostrar la importancia que tiene el podólogo en la sociedad sería la aprobación de su inclusión en la sanidad pública.